Recientemente, es probable que hayamos visto por todas partes el término “metaverso”. Sin embargo, ¿sabemos realmente lo que es?
El metaverso es un concepto de mundo virtual, algo que seguramente nos suene del mundo cinematográfico, literario o de los videojuegos. En él, no existen las limitaciones físicas o económicas.
Podremos conectarnos a este mundo virtual desde una serie de dispositivos cuyo objetivo es lograr una experiencia completamente inmersiva, es decir, hacernos pensar que estamos de verdad en ese mundo. Nuestro personaje en ese mundo se llama “avatar”, o dicho de otra forma, la interfaz que utilizaremos para interactuar dentro del metaverso. Un avatar es un personaje 3D personalizado que se crea para acceder al metaverso.
A pesar de que el tema de los mundos virtuales no es ninguna novedad, ya que especialmente en los videojuegos, existen comunidades y ambientes completos desde hace décadas (véase World of Warcraft o Final Fantasy XIV, por ejemplo), la diferencia con el metaverso es que los mundos virtuales existentes se orientan hacia la fantasía. Por el contrario, el metaverso pretende ser una realidad alternativa, pero no con elementos fantásticos. La idea es hacer lo mismo que haríamos en nuestra vida diaria, pero sin movernos de la habitación.
¿Cuál es la idea principal?
Si bien el metaverso como término proviene de la novela Snow Crash, de Neal Stephenson, el concepto que nos ofrecen las empresas que quieren desarrollarlo es un universo paralelo, completamente virtual, al que acceder con diferentes dispositivos. Así, podríamos interactuar tanto dentro de él, como desde fuera.
El punto clave de este metaverso es que sea 100% inmersivo, y en el cual podamos tener total libertad de creación.
Mi idea surgió cuando me encontré con que algunas palabras existentes tales como realidad virtual eran simplemente demasiado torpes para utilizarlas. […] Las palabras “avatar” (en el sentido en que es usado en esta novela) así como “metaverso”, son invenciones propias que surgieron cuando ciertos términos existentes (como “realidad virtual”) eran demasiado imprecisos para ser usados.
– Definición de metaverso según Neal Stephenson
Características del metaverso
En base a los estudios de Edward Castronova, se señalan tres características fundamentales:
- Interactividad: capacidad de comunicación con otros usuarios e interactuar con el metaverso. Implica, además, la influencia de los comportamientos sobre otros objetos y usuarios.
- Corporeidad: el acceso al mundo se realiza en primera persona, y el mundo está sometido a ciertas leyes de la física y cuenta con recursos limitados.
- Persistencia: a pesar de que no tenga usuarios, el sistema sigue funcionando y guarda las posiciones de los usuarios al cerrar sesión.
A día de hoy, también podemos añadir otras características:
- Descentralización: el metaverso no será propiedad de una sola empresa o plataforma, sino de sus usuarios.
- Sin limitaciones: al eliminar las barreras, se trata de un espacio infinito sin límites en cuanto a su uso.
- Economía virtual: principalmente mediante criptomonedas, activos digitales o NFT, se impulsará un nuevo tipo de economía.
¿Qué ofrece el metaverso?
Dado que se trata de un lugar donde se puede interactuar tanto social como económicamente, las posibilidades reales son muy, muy numerosas, tanto en un ámbito como en el otro.
Todavía nos encontramos en una fase muy temprana de desarrollo como para saber a ciencia cierta cuál será el final del metaverso, pero siendo positivos, y desde la visión de Facebook, se espera que ofrezca, al menos, tantas oportunidades como el mundo físico real.
Entre estas oportunidades de las que hablamos, podremos encontrar:
- Posibilidad de crear negocios.
- Reuniones en oficinas virtuales.
- Opción a tener su propia economía.
- Interactuar con personas a distancia de una manera mucho más realista.
- Ingreso a eventos virtuales en 3D, como conciertos.
- Posibilidad de exhibir recompensas de videojuegos.
- Comprar objetos virtuales y reales en las tiendas.
- Observar la evolución y formar parte activa del día a día del metaverso.
- Creación de experiencias de grupo para facilitar la interacción social.
- Importar activos digitales, criptomonedas y NFT a los juegos y a otros medios de intercambio.
Si lo vemos por la parte negativa… Hemos de admitir que probablemente tenga muchas opciones de micropago, si nos basamos en la evolución actual. Hasta qué punto puede ser esto relevante para la experiencia de usuario, sin embargo, sería una incógnita.
En realidad, las posibilidades del metaverso dependerán, principalmente, de la voluntad a la hora de crearlo (los objetivos para los que se crea), y de la accesibilidad final de los usuarios al mismo.
Pero… ¿no suena peligroso?
Siendo honestos, hasta que no podamos acceder y disfrutar del metaverso en su totalidad, no seremos conscientes de todos los riesgos que pueden derivarse de él.
Pese a todo, sí que podemos estudiar algunas deducciones:
- Riesgo para la integridad física: la desorientación tras pasar muchas horas dentro del metaverso; la pérdida de tono muscular; o en el peor caso, el realizar acciones peligrosas para sí mismo o para los demás en el mundo real, que sí podría hacer en el metaverso.
- Riesgo para la salud mental: la tecnología tan inmersiva podría llegar a causar depresión o ansiedad, especialmente a la hora de la “vuelta” a la realidad. También, es un ambiente más propenso al acoso o extorsión.
- Riesgos legales: dado que no existen normas ni leyes que controlen su funcionamiento, pueden derivar de otro tipo de riesgos.
- Riesgos para la seguridad de los datos: igual que en el caso anterior, si no se regula, podrían existir muchos riesgos en cuanto a la obtención, control, o utilización de los datos personales.
¿Cuándo saldrá a la luz el metaverso?
Actualmente, las empresas involucradas con el metaverso son Meta (antes Facebook), Microsoft, y otras empresas líderes en tecnología e innovación. Por la parte de hardware, podemos nombrar a Oculus (hoy, parte de Facebook), Microsoft, HTC o PlayStation. Siendo sinceros, todavía no disponemos de la tecnología necesaria para hacerlo real: no existen dispositivos de realidad virtual ni aumentada con ese nivel de inmersión; no hay infraestructura suficiente para el diseño… Simplemente es una idea muy buena, y, para qué negarlo, muy atrayente.
A lo largo de los próximos años, es muy probable que los desarrolladores se enfoquen en suplir estas debilidades, pero el metaverso en sí es algo que, según dicen los expertos, todavía queda muy lejos. Por parte de Mark Zuckerberg, calcula unos 10 o 15 años.
También hay que remarcar, aún así, que actualmente somos más dependientes del mundo virtual que del real en muchos ámbitos de nuestra vida: las redes sociales, plataformas digitales para comprar… ¿y tú, crees que el metaverso llegará pronto? ¿Tienes ganas?
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