Después de hablar del IoT y el IoB en las tendencias tecnológicas para este 2022, es hora de hablar del edge computing.
Por si os habéis despistado
El IoT (Internet de las Cosas) es un proceso que permite conectar elementos físicos (dispositivos) a internet. Los dispositivos del IoT no tienen por qué ser necesariamente de edge computing, pero forman parte de sus estrategias.
Se trata de una filosofía destinada a solucionar un problema básico del Internet de las Cosas (IoT): todo recolecta información, pero no se hace nada con ella. Es especialmente interesante en empresas e industrias, siendo capaz de aportar mucha más autonomía a los dispositivos.
Al mismo tiempo, es un tipo de informática que se da en la ubicación física del dispositivo, la fuente de datos, o al menos cerca de ellos. De esta manera, los usuarios pueden disfrutar de servicios más rápidos y confiables.
El edge computing se refiere, específicamente, a cómo los “dispositivos edge”, los dispositivos del IoT aptos (como routers o gateways), realizan los procesos computacionales.
Usos del Edge Computing
Actualmente, usamos el edge computing en una gran cantidad de sectores, como el de las telecomunicaciones, la producción, el transporte y los servicios públicos, entre otros.
En sí, el edge computing permite establecer un entorno uniforme desde el centro de datos hasta las ubicaciones físicas de los dispositivos. De esta manera, también se pueden desarrollar estrategias de nubes híbridas. Las empresas utilizan estas nubes híbridas para ejecutar las mismas cargas de trabajo en sus propios centros y en una nube pública (como AWS, Azure o Google Cloud).
Edge Computing vs. Cloud Computing
Antes eran las plataformas de cloud computing las que se encargaban de analizar los datos recolectados por los dispositivos IoT. Sin embargo, lo cierto es que no es muy óptimo en términos de eficiencia. Los propios nodos de la red podrían llegar a analizar esos datos, para evitar la nube.
El edge computing permite que los datos recogidos por el IoT se procesen más cerca de donde se crean, en lugar de tener que enviarlos a través de toda la red. La ventaja principal que supone el edge computing es que permite analizar los datos casi en tiempo real.
Por su parte, el cloud computing referencia la ejecución de cargas de trabajo en las nubes como entornos que trabajan con datos. Es decir, usar la nube, o el cloud computing, significa interactuar con datos de un servidor remoto mediante internet.
Se prevé que muchos de los dispositivos IoT que se desarrollen tendrán no solo capacidad de recolección, sino de procesado de los datos.
¿Qué beneficios nos aporta el Edge Computing?
En realidad, existen muchos beneficios referidos por esta filosofía, y muchas razones para situarnos a favor de ella:
- Coste cada vez más reducido de los dispositivos.
- Aumento de la potencia de los dispositivos.
- Reducción de latencias y menor consumo de anchos de banda.
- Menores consumos energéticos.
- Seguridad: dado que menos datos llegan al entorno de la nube, en caso de verse comprometido, se reduciría la vulnerabilidad de ese entorno.
- Prestación de servicios más estables.
- Limitación de la cantidad de errores de un servicio.
- Aportación de uniformidad a las operaciones y al desarrollo de aplicaciones.
El edge computing está especialmente recomendado cuando se necesitan altas velocidades y bajas latencias. La idea final es aprovechar los recursos de cada caso individual para optimizar el procesamiento y la transferencia de datos.
¿Y tú, crees que el edge computing se impondrá, o crees que se quedará en una buena idea?
¿Qué es el Fog Computing?
Además del cloud computing, también podemos relacionar otro término con todo esto: el fog computing. Se trata de una plataforma que permite extender la nube para que esté más cerca de los dispositivos IoT.
Como su propio nombre indica (“fog” es “niebla” en inglés), cualquier dispositivo apto para el IoT (con conectividad, capacidad de computación y almacenamiento), puede llegar a ser un nodo para esa “niebla”.
La idea del fog computing es permitir que los centros de datos de la nube lleguen a “delegar” parte de su carga a dispositivos del edge computing. A diferencia del edge computing, el fog computing se refiere a las conexiones de red entre los dispositivos edge y la nube.
Comentarios <01>