Tener una página web ya no es un lujo, es una necesidad básica para cualquier autónomo o pyme. Pero muchos pasan por alto un aspecto fundamental: el hosting. No importa lo bonito que sea tu diseño o lo bien redactado que esté tu contenido. Si tu hosting no es rápido ni seguro, tu web no funcionará como debería.
¿Qué es el hosting?
El hosting (o alojamiento web) es el servicio que permite que tu sitio web esté disponible en internet. Es donde se almacenan tus archivos, imágenes, textos, bases de datos y todo lo necesario para que tu web funcione y se vea correctamente desde cualquier parte del mundo.
En términos simples, el hosting es la casa donde vive tu web. Si eliges una casa insegura, pequeña o mal construida, tendrás problemas desde el principio.
¿Por qué el hosting es tan importante?
Un buen hosting marca la diferencia en aspectos clave como:
-
Velocidad de carga: influye en la experiencia del usuario y en el SEO.
-
Seguridad: protege tus datos y los de tus clientes.
-
Disponibilidad: tu web debe estar online 24/7 sin interrupciones.
-
Escalabilidad: debe adaptarse al crecimiento de tu negocio.
-
Soporte técnico: imprescindible cuando algo falla o necesitas ayuda urgente.
Un mal hosting puede tirar por tierra todo tu esfuerzo digital.
¿Qué incluye el Kit Digital respecto al hosting?
Cuando contratas la solución de “Sitio web y presencia en internet” dentro del Kit Digital, el servicio debe incluir al menos 12 meses de hosting profesional, además de dominio, diseño, SEO básico y otros elementos.
Esto significa que puedes tener tu hosting subvencionado durante un año completo, sin costes adicionales (más allá del IVA del bono).
Pero atención: no todos los agentes digitalizadores ofrecen el mismo nivel de hosting, por lo que es vital saber qué exigir.
Características mínimas que debe tener un buen hosting subvencionado
Cuando uses el Kit Digital para crear o renovar tu web, asegúrate de que el hosting incluido cumpla con los siguientes criterios:
Alta velocidad de carga
Tu web debe cargar en menos de 3 segundos. Esto se logra con servidores optimizados, uso de caché, compresión y recursos de calidad.
Ubicación de los servidores en Europa
Para cumplir con el RGPD y reducir la latencia. Cuanto más cerca estén los servidores de tus usuarios, más rápido será el acceso.
Certificado SSL gratuito
Imprescindible para garantizar seguridad en la navegación. Si tu web no tiene HTTPS, Google la penaliza.
Copias de seguridad automáticas
Diarias, semanales o al menos frecuentes. Si algo falla, podrás restaurar tu web sin perder información.
Soporte técnico especializado
No sirve un hosting donde nadie responde. Necesitas asistencia rápida y clara, por correo, chat o teléfono.
Panel de control intuitivo
Acceso a cPanel, Plesk u otro sistema que te permita gestionar fácilmente tus archivos, correos y configuraciones.
¿Puedo usar el Kit Digital solo para contratar un buen hosting?
No directamente. El Kit Digital no subvenciona hosting por sí solo. Pero sí lo hace dentro de la solución de desarrollo web, por lo tanto:
-
Puedes crear tu web con un agente digitalizador, y exigir que incluya un hosting de calidad durante al menos un año.
-
Después, puedes decidir mantener ese servicio o migrarlo.
Es una oportunidad para empezar con buen pie, sin pagar extra.
Hosting compartido, VPS o dedicado: ¿cuál elegir?
Muchos proveedores incluyen hosting compartido por defecto, lo cual puede ser suficiente para una web corporativa básica, siempre y cuando el servidor esté optimizado y no esté saturado.
Hosting compartido
-
Más económico.
-
Ideal para webs pequeñas.
-
Comparte recursos con otras webs.
VPS (Servidor Virtual Privado)
-
Más potente y flexible.
-
Buena opción si esperas tráfico alto.
-
Requiere algo más de gestión técnica.
Servidor dedicado
-
Todo el servidor para ti.
-
Máximo control y rendimiento.
-
Coste muy alto; no suele incluirse en Kit Digital.
Lo importante es que el proveedor te ofrezca un hosting a la altura de tus necesidades, aunque sea compartido.
Cómo saber si el hosting subvencionado es bueno o malo
No te quedes con lo que te dicen. Aquí tienes señales claras para identificar si el hosting incluido en el Kit Digital es de calidad:
Señales de un buen hosting:
-
Tiene uptime garantizado del 99,9 %.
-
Tu web carga rápido desde cualquier dispositivo.
-
El panel de control es accesible y bien documentado.
-
Te envían reportes o estadísticas del servidor.
-
Puedes escalar fácilmente si creces.
Señales de un mal hosting:
-
Tu web se cae con frecuencia o no carga bien.
-
El soporte técnico tarda días en responder.
-
No tienes acceso al panel ni a las configuraciones.
-
No puedes cambiar fácilmente de proveedor.
-
No hacen copias de seguridad.
Recuerda: el hosting es tan importante como el diseño. Si falla el alojamiento, la web no se ve, no vende, no posiciona y no inspira confianza.
¿Qué pasa después del primer año subvencionado?
Una vez cumplido el año, deberás decidir si:
-
Renuevas el hosting con el mismo proveedor.
-
Migras tu web a otro hosting de tu confianza.
Recomendación:
Pide desde el inicio control total sobre el dominio y el acceso al hosting. Así podrás moverte con libertad, sin ataduras técnicas o comerciales.
Una web profesional debe ser siempre de tu propiedad, no del proveedor.
Hosting y SEO: cómo afecta a tu posicionamiento
Google tiene en cuenta varios factores técnicos a la hora de posicionar tu web. El hosting influye directamente en estos puntos:
-
Velocidad de carga: factor clave para UX y SEO.
-
Disponibilidad: si tu web está caída, Google lo detecta y baja tu ranking.
-
Seguridad: un sitio sin HTTPS pierde visibilidad.
-
Tiempo de respuesta del servidor: afecta directamente al tiempo de carga de la página.
Si eliges un mal hosting, Google te castigará sin que lo notes… hasta que sea tarde.
Hosting y experiencia de usuario
Más allá del SEO, la experiencia del visitante también depende del hosting. Si tu web es lenta, poco estable o insegura, los usuarios se van.
¿Qué provoca un mal hosting?
-
Páginas que no cargan.
-
Errores 500 o caídas constantes.
-
Alertas de seguridad en navegadores.
-
Abandono del sitio por lentitud.
Todo esto afecta a tu reputación, tu conversión y tu facturación.